sábado, 27 de octubre de 2007

Cruzando fronteras

Escribo de vuelta en El Salvador. Estuve un cachín incomunicada los últimos días, porque partí con destino a Costa Rica el viernes pasado y regresé ayer.

Por esas cuestiones migratorias que pretenden determinarle al hombre y la mujer qué territorios del planeta puede visitar, y por cuánto tiempo, tenía que salir de la región de Guatemala + Honduras + El Salvador + Nicaragua, de nombre "CA 4" (centroamérica cuatro) porque se me vencía la visa de 90 días que me habían dado para recorrerla el día que ingresé a Guatemala. Parece increíble, eso ya fue hace 3 meses. No sé por qué, siento que para la mayoría de lo que lean esto, los países de los que estoy hablando son todo lo mismo...por lo que voy a poner un pequeño mapita de la región así entienden los viajecitos que estuve haciendo esta semana.

Para evitar ser una ilegal, tenía que salir antes del 28 de octubre para México, Belize o Costa Rica. Había pensado irme a Belize, ese pequeño país era el único que no iba a visitar en esta zona y estaba bueno ir, pero el costo alto de la visa (60 U$D en el caso de los argentinos) me hizo descartarlo. Además, tenía muchas ganas de irme para Costa Rica a ver a Alejandro (el gaucho) y Daiana, amigos de la iglesia que no veía desde hace un tiempo y que están viviendo allá.

A Costa Rica pienso ir dentro de unas semanas de nuevo, y por mucho más tiempo...pero dado el apuro de la visa encaré para allá a verlos a los chicos. Qué entusiasmo tenía! No solo por volver a verlos, sino para pasar tiempo con argentinos, poder hablar con palabras bien argentas y disfrutar de unos mates sin que me pregunten "y esto cómo se toma? todos del mismo popote/pajilla? qué sabor tiene? es como un te verde, no? lo toman como nosotros acá tomamos el café??"

Salí con tiempo por cualquier cosa...emprendí viaje el otro viernes. Para llegar a Costa Rica, hay que pasar primero la frontera con Honduras, después con Nicaragua, y recién después CR. Lo planié para estar de vuelta en una semana, lo cual significó cruzar 3 fronteras ida y vuelta en 7 días.

Primer día: Nicaragua

Me tomé un bus directo de San Salvador a Managua...11 hs de viaje. Milton Rodriguez me llevó muy amorosamente a las 2 AM a la estación. En Managua, así como me bajé me fui al mercado central de la ciudad, Mercado Huembe. El caaaaos de bondis saliendo no tiene nombre! Me llevé una mochilita más chica, con lo necesario para unos días así que cargaba menos..de todos modos me preocupó un poco ser víctima de algún carterista (o "mochilista", cuac). Gracias a Dios no pasó nada. En ese mercado tomé un bus local -de esos que son ex micros escolares de EEUU todos pintados- con destino a Rivas. Es una pequeña ciudad a 1/2 hr de la frontera con Costa Rica, que también está cerca de San Juan del Sur, donde quería pasar la noche. De Rivas hasta ahí me tomé un taxi con otros 3 nicarguenses...ahí ya empecé a confirmar lo que varios me dijeron: los nicas son los más amigables de la región. Me hablaron todo el tiempo sin drama, y su calidez me rocordó a la de los cubanos. Estaba lloviendo bastante, y tuvimos que hacer unos 20 kms en unas rutas terrriiiibles de viejas,pero llegamos bien y disfruté el viaje. Charlamos un poco con mis compañeros de taxi, y comprobé también otras cosas que me habían contado de Nica: la pobreza en la que viven, los grandes apagones que sufren a diario, y el entusiasmo que hay en una parte de la población por la era que empieza el gobierno de "Danielito", Daniel Ortega.

En todo ese trayecto, también en el bus desde Managua, era la única extranjera. Me encanta cuando pasa eso, porque siento que realmente estoy haciendo un poco la vida que hacen ellos, usando sus transportes, comiendo su comida, charlando sus conversaciones. Había maneras un poco más caretas de llegar y más cómodas también, pero esta estuvo buena.

Ya en San Juan del Sur, sí me instalé en un lugar archifrecuentado por turistas de mi estilo, Casa Oro. Son casi todos mochileros que están ahí para hacer surf, y le dan un toque de mucha onda al pequeño pueblito que ya es de por sí pintoresco. El nombre "San Juan del Surf" también le quedaría bien... es casi todo pueblo surfer y prácticamente vive de eso. Llegaba para pasar solamente la noche y al otro día a la madrugaba partir...pero me gustó mucho y me quedé hasta almediodía para recorrerlo un poco mejor. En unas horas me lo recorrí y me di una idea de lo que es el lugar. Cuando vuelva por NIca por más tiempo, seguro que me doy otra vuelta.

Segundo día: el paso a Costa Rica

De San Juan del Sur me fui a cruzar la 3er frontera, esta vez por mi cuenta y a pie. Ese borde supuestamente lleva muchísimo tiempo pasarlo...pero yo en 20 minutos ya estaba del lado Tico (costarricense). Si vas con un micro de linea, tarda más porque revisan los bolsos de todos, pero también es más fácil porque hacen los papeles por vos y no tenés que cruzarte todo solo. Al hacerlo por mi cuenta ahorré muchísimo tiempo, pero también tuve que caminar sola como trapito entre camiones, busetas, microbuses y otro tipo de transportes por unas cuadras. El cruce no es ni muy limpio ni muy bonito...pero yo iba contenta y tranquila mirando todo, por lo mágico que me resulta cada cruce.

Ahí pesqué otro transporte local, mucho más tobara que el que usan los turistas, y enfilé para Puntarenas...llegué de noche así que me quedé en un lugar super cualunque. Mi intención era ese mismo día estar en otro lado, pero me agarró la noche y mejor me quedaba ahí.

Tercer día: por fin llegué a la casa de los chicos.

Por la precariedad de las rutas y lo alejaaaado que está el pueblito donde viven los chicos, hay que cruzar en ferry después hacer una combinación de transportes hasta llegar. Salí temprano y me tomé el ferry "puntarenas-paquera". Me encantó el viaje, de un poco más de una hora en plena bahía tica y entre montañas y volcanes increíbles. Lo que no me encantó fue tener que madrugar para tomar el ferry. El goma del hotel donde me quedaba a dormir me juró y perjuró que me despertaba a las 4 perp lo hizo 4.40 y a pesar de que volé a cazar el barco de las 5.00, llegué justo cuando zarpaba y tuve que esperar 2 hs y media hasta el próximo. Acá estoy probando autofotos en el ferry.

Una vez que llegara a Paquera, iba a ser otro esfuerzo llegar hasta donde viven los chicos, pero tuve la bendición de que unos hombres se apiadaran de mí en el ferry y me llevaran hasta Manzanillo, ese pequeño pueblito en la península de Nicoya que no aparece ni en los mapas de COsta Rica. Qué suerte la mía...los caminos estaban cerrados y solo pasaban 4x4, haciendo los taxis más caros...la gente que se ofreció llevarme en el ferry tenía una HILUX así que pasamos sin problema. Me dejaron en la mera puerta de la casa de los chicos. EL ABRAZO Y GRITO QUE PEGAMOS CUANDO NOS VIMOS!!! Fue toda una odisea llegar (más de 2 días en total) pero valió muchísimo la pena. Llevé yerba y unos Havannas, y la pasamos genial. Acá viven.


Cuarto y Quinto día: el tiempo con el Gauchex y Daiana

La vida que llevan es muy linda, están viviendo en una casita a 200 mts del mar, sin señal de celular ni TV, pero con mucha paz y rodeada de naturaleza. Literalmente, están comiendo de lo que sacan de las plantas de la casa: plátanos sobre todo. Me contaban que a veces desde la ventana ven tucanes, y se ve todo tipo de pájaros. Esta es la playa a la que tienen acceso saliendo de su casa, y acá estamos disfrutando un atardecer en la playa...un verdadero espectáculo.



Había estado lloviendo por 15 días,pero los 2 días que pasé yo, fueron de completo sol. Además de verlos a ellos, conocí a otros argentinos amigos suyos, y disfrutamos unos cuantos mates y unas pizzas una noche. Con el Gauche y Dai pudimos orar también, el día que me iba, y tuvimos un momento muy lindo charlando los tres. Quedamos que porsupuesto voya volver a verlos.

Ah, donde viven es un lugar tan apartadito y chico, que ni siquiera hay una conexión de internet en el pueblo. Con Daiana y Eva, otra argentina, nos fuimos caminando por la playa 8 km y después hicimos dedo,para llegar al pueblo más cercano para comprar unos víveres y mandar unos mails. Acá estamos en pleno trayecto.

Sexto y séptimo día: el regreso a San Sívar

Aunque tenía ganas de quedarme más, me apuré a volver porque había algunas cosas que tenía ganas de hacer de vuelta en San Salvador (que al llegar me enteré que se suspendieron, grrrr). El regreso fue también por ferry y bondi local, pero esta vez las paradas fueron en Liberia (Costa Rica) y Managua (Nicaragua). De nuevo pasé esa frontera caminando, y esta vez batí un nuevo record: la pasé en unos 8-10 mins total. A pie, claro.

En Managua me tuve que quedar aunque no estuviera planeado. Corrí para tomarme un bus que salía a la 1 PM (dicho por el folleto de la empresa tica bus), que cuando llegué 12.30 a abordarlo, me dicen que se había ido a las 11.12 (perdón?? y qué onda el folleto que la MISMA empresa me había dado la semana pasada con esos horarios? grrr x2)

Palacio Nacional - Managua

En Managua tuve que esperar hasta el día siguiente para tomarme un bus- La verdad es que me sentí un poco insegura, por lo que le di una vuelta en taxi a las partes céntricas, me saqué unas fotos, y me metí en el hotel bien temprano hasta salir ayer a las 5 AM.

En la frontera Honduras - Nicaragua. La crucé en bus de línea, por esomi cara de relajada. Si tengo que usar una palabra para la otra frontera, la de Nicaragua - Costa Rica, sería: QUILOMBO

Llegué muy bien a mi hogar salvadoreño, donde me siento como en mi casa. Ahora volví a la civilizacióny conexión más fluida a internet. Al parecer este martes puedo empezar a aprender surf. Igual ya se postergó tantas veces que estoy haciendo un esfuerzo por no estusiasmarme más. Acá en El Salvador estoy planeando quedarme hasta mitad de noviembre, y después ya salir a Honduras y Nicaragua.

Un beso a todos!!!La próxima vez que escriba, seguro ya tendremos nuevo/a presidente. Oremos para que Dios nos bendiga como nación, y el que venga separ consultarlo a Él para tomar las decisiones, y pueda construir una sociedad más justa y más equitativa, donde todos los argentinos podamos sonreir y no unos pocos. Y donde todo el que quiera viajar pueda hacerlo, todo el que quiera trabajar pueda hacerlo, y todo el que quiera leer, comer, educarse, divertirse y ahorrar, pueda hacerlo.

Pongo esta página web donde se puede sacar muy buena información, y objetiva, como insumo para votar. Está hecha por la ONG Poder Ciudadano.

http://www.veeduriasciudadanas.com.ar/home.html

A los que me están mandando mails concebidos en los escritorios de las derechas golpistas y garcas de la Argentina, le pido que no lo hagan más. Me refiero a las campañas pro Lopez Murphy y Sobisch. GRACIAS!!! Pero no quiero tener a un ex patetico ministro de economía de presidente, ni a un ex gobernador asesino de docentes que ante el reclamo justo y pacífico del pueblo no tiene mejor idea que reprimir.

Qué largo se hizo esta vez, perdón! Y gracias por leer hasta acá.

viernes, 12 de octubre de 2007

“Say thirty three = diga treinta y trés”


De vuelta en El Salvador, pasé sólo una noche disfrutando los regalos que me mandaron y al día siguiente ya volví a salir. Me había anotado para ayudar como traductora en una campaña médica de unos médicos gringos después de un anuncio en la Iglesia Bautista de Miramonte, a donde asisto con la flia Rodriguez.

Fui porque tenía el tiempo y el conocimiento para poder hacerlo, y las ganas de conocer la gente del oriente de El Salvador. Me volví totalmente renovada. Fue una experiencia hermosa; el tiempo que pasé con el grupo de yanquis (gringos) fue una bendición total, y visitar las comunidades también. Por donde lo mire, precioso.


El viaje duró 10 días, y consistió básicamente en llegar con este grupo de 30 doctores (entre otras cosas….también había dentistas, oftalmólogos, gente que trabajaba con los niños, y que cortaba el pelo) a instalar una pequeña y sencilla clínica en la escuela del lugar. La comunidad estaba avisada hace tiempo, así que podía acercarse a atenderse, recibir alguna medicina, cortarse el pelo y también tener un tiempo para entretener a los niños.

Empezamos por un lugar cercano a San Miguel, luego cercano a San Francisco Gotera, y después ya nos fuimos para Cacaopera y un lugar aún más escondidito, en las montañas. En total, atendimos a más de 2500 pacientes.

A mí me tocaba traducirle a Jo, esta dulce enfermera pediátrica con la que recibíamos a familias enteras. Venía en general la madre con algunos de sus chicos, me decía qué le dolía a cada uno, y yo después traducía. Fue muy lindo…y entretenido también. No solo por estar traduciendo del español al inglés, sino tambien del salvadoreño del campo al español más neutral…escuché cada frase!! “Es que usté sabe, a la noche se me tranca el bolgo”, “me duele la rabadilla”… “me agarra la prima”… “me culebrea la barriga” jajaja.

De tanto escuchar en general los mismos problemas y medicarles algunas cosas, me aprendí varias cuestiones de medicina, síntomas comunes, etc. Con Jo (“Josephine”) nos divertimos mucho también. Por momentos el calor era insoportable, y por momentos personalmente me agotaba tener que entenderles el acento y adaptar el mío para que me entiendan… pero cada día estuvo genial.

Compartimos mucho de la palabra de Dios, uno de los objetivos principales del viaje misionero de esta gente. Muchas personas tuvieron la oportunidad de escuchar un mensaje nuevo, el que separa a Jesús de la religión (católica, evangélica, etc.) y lo ubica exactamente donde quiere estar: en la vida de las personas que quieran conectarse con Dios de una manera personal y tierna.

De este grupo aprendí muchísimo, y me encantó que siendo yanquis se adaptaran muy bien a la cultura y a las pocas comodidades que tuvimos por momentos. También me llevé muchos amigos, entre los cuales hay unas chicas de Honduras y Nicaragua. Pienso visitarlas cuando vaya por allí.

Margaret

También estuvo muy lindo conocer a Margaret. Ella tiene una ONG, que además es su ministerio en la iglesia, de oración por las naciones y ayuda a los necesitados. Va enseñando y animando a las personas a orar, y su presencia en el grupo me pareció fundamental. Este es Juan, el doctor más joven del grupo, con el que también nos hicimos muy amigos. Habla muy bien español y pudimos conversar bastante.

Espero poder volver verlos a todos algún día!

Juan, fotógrafo oficial porque me olvidé la cámara y una de las personas
con quien más me encariñé

Ya volví a San Salvador, a sentirme como en mi casa con la familia Rodriguez nuevamente. En unos días dejaré de amagar y finalmente empezar a hacer surf, y después definir para dónde sigo mi viaje.

Al lector evange, le pido que esté orando por sabiduría para decidir por dónde seguir la ruta, además de mi economía. Estoy extendiendo el viaje y más tiempo significa más dinero también. Dios sabe que estoy con ese tema en la cabeza y los gringos de la nada me sorprendieron con una excelente noticia: cuando se iban nos dejaron a cada uno de los traductores U$D 200.- de ofrenda por nuestra ayuda. Me llegó al corazón, porque sumado a lo que otras personas me acercaron del grupo (y que no me dejaron rechazarles), sumé casi la suma que había gastado el último mes. INCREIBLE! Así que les pido que sigan orando.

También me tiene un cachín preocupada en qué lugar voy a pasar las fiestas. Por lo pronto, será lejos de la familia, y no tengo claro en qué ciudad ni país aún…por lo que les pido que me acompañen orando para que salgan lo más lindas posibles.

Algunas otras imágenes del viaje...


Río Dulce y Livingston: II capítulo del viaje relámpago a Guatemala

La apurada que me había mandado en Tikal tenía un propósito: ver si llegaba a recorrer al día siguiente la ciudad de Río Dulce y el destino que más ganas le tenía, Livingston.

Después de las pirámides volví a Flores, la caminé durante un rato (estaba de noche y seguía lloviendo), y me instalé finalmente a comer en un lugar muy mochilero. Flores me gustó tanto, que casi no me voy…un ambiente muy relajado, algunos turistas pero más del tipo mochilero, y lugares con mucha onda. Comí genial, sintiéndome muy vegetariana y hablando con gente de otros lugares, y me fui a dormir. Muy hippie esa noche…dormí en un “teepee”.


La mañana del día siguiente también aproveché a caminar la isla de Flores, esta vez de día. Es muuuuy chiquita, unas 10 manzanas, por lo que la recorrés en un ratito. Sentí que me quedaría toda la vida. A cada lado de la isla el paisaje es como esto que se ve en la foto. Me gusta esta imagen, porque el cielo se refleja tanto en el agua que si no fuera por el barquito, uno no se da cuenta cuál es el lago y cuál el cielo, no?


Estos días los hice todos sola y me encantaron. Tuve mucho tiempo para pensar, leer, conocer gente. Recordé que sola me puedo hacer muy buena compañía, me río mucho de mí misma y además socializo cuando tengo ganas. Cuando lo hago me va bien, así que anduve genial. Además retomé mis días de mochileo, que ya había abandonado entre tanta vida de ciudad con las familias de Guatemala capital y San Salvador. Lo necesitaba.


De Flores partí temprano en un bus que literalmente paré en la ruta… caminando hacia la terminal con mi pequeña mochilita (llevé la Jansport de colegio para los 5 días) vi que salía un bus y lo paré preguntándole si iba a Río Dulce. Iba, así que me subí. Creo que el tipo me cobró lo que quiso. Más barato que en la terminal, sí…pero más caro de lo que lo podría haber negociado (bah, 5 dolares estuvo bien). En ese momento no me importaba tanto cuánto gastar, sino llegar más o menos tempranito a Río Dulce. Quería alcanzar una lancha a Livingston. No me salió, el bus demoró unas 3 hs y media, y cuando llegué ya había salido la última lancha…pero me vino bien para parar ahí y conocer.


Río Dulce

Llegué a las 2 de la tarde a Río Dulce, y me dediqué a leer, estar sentada frente al lago Izabal, descansar, caminar un ratito. Me quedé a dormir en este hostal, mi cama estaba literalmente en la parte de la foto que se ve sobre el río…como debajo de la “N” de internet. Ese lugar lo administra una ONG, para cubrir los gastos de uno de sus orfanatos. El servicio estuvo bien, aunquela comida cara y no tan rica.


Río Dulce me recordó al Delta del Tigre. Casas a la orilla del agua, con muelles donde paran las lanchas. Es un lugar muy frecuentado por turistas de otros países que llegan con sus yates, por lo que por momentos ves para un rincón, y parece Suiza: una linda casa al lado del agua, con un yate caro amarrado.

La ciudad está como dividida en 2, de un lado y otro de un puente. Lo caminé un par de veces y tardé unos 25 minutos. Me vino bien para retomar el ejercicio! La vista desde allí era preciosa, y si se observa, se puede verlo que digo de los yates. Esa tarde en Rio Dulce aproveché para conectarme a Internet, hacer algunos llamados y relajarme mucho.


Livingston y Los Garífunas

A Livingston sólo se llega en barco. Está a 1hr y media en lancha desde Río Dulce y es un lugar interesante, está habitado por guatemaltecos negros. Mi sensación fue la de estar en un lugar intermedio entre Jamaica y Guatemala: varios rastas, mezcla de español con inglés y otra lengua (la Garífuna), playas que dan al Mar Caribe y algunas cosas que me recordaban a Cuba, aunque muy pocas. Las casitas son de madera y están pintadas de todos los colores, hay muchas palmeras y cocos, y la economía está basada en la pesca y el turismo. Es un lugar chiquito, que se puede recorrer rápido…aunque eso nunca es recomendable si realmente se quiere conocer un lugar y su gente. Yo fui y volví en el día, aunque me hubiera gustado quedarme al menos una noche porque dicen que se pone muy bueno. Mucho reggae, ritmo que me encanta.


Lo más destacado y característico de Livingston es el pueblo Garífuna, que también habita en
Belize. Los garífunas son descendientes de los africanos que traían los ingleses y españoles al “Nuevo Mundo” para usarlos de esclavos. Sus raíces se encuentran en Roatan, Honduras, donde los ingleses los obligaron a quedarse después de una revuelta que hicieron unos esclavos en la Isla San Vicente del Caribe por 1795.


De Roatan, se fueron desparramando por las costas caribeñas cercanas: sur de Belize, Guatemala, Nicaragua. Se fueron mezclando con los indígenas que habitaban esos lugares, más los blancos hijos de españoles…resultando de eso una mezcla cultural super interesante, un cóctel de “razas” (si es que ese término tiene sentido seguir usándolo) e influencias: indígena, europea, africana.


Le di unas vueltitas a la ciudad, comprobé que todo es un poquito más caro que en el resto de Guatemala (por la dificultad de transportar los alimentos y otros bienes al lugar) y llegué a hacer tiempo para almorzar la peor ensalada César que comí en mi vida. Temí intoxicarme pero sigo absolutamente invicta de enfermedades estomacales y diarreas (lo cu
al es un milagro, después de todo este tiempo por estos pagos!!). Mi hermano diría “qué delicadeza tu último comentario”.

Para cerrar el relato un poco más delicadamente, dejo estas 2 fotitos del viaje en lancha de regreso a Río Dulce. El viaje de vuelta lo hice yo con el timonel sola, los demás quedaron en la isla. El hombre que manejaba se detuvo en este lugar, para apreciar estas flores…una belleza.



Ah, importante decir que luego regresé a Ciudad de Guatemala, donde me reencontré con la familia Morales para pasar un día más con ellos y también encontrarme con los regalos y cartas que me mandaron. MUCHAS GRACIAS…fueron un mimo al alma!!! Sobre todo las panchitas, cada vez que como una me siento teletransportada al obelisco, pleno centro de Bs As.




pd:esta foto no es delirante?? Me senté en la costa a mirar un poco el mar y pensar, cuando observé a este hombre bañándose con su chancho en el agua. Estaban unos metros hacia adentro, esperé a que saliera para fotografiarlo...hilarante jaja.

TIKAL: capítulo 1 del viaje relámpago a Guatemala

Por motivo de mi cumpleaños, mi familia y algunos amigos (los que más me quieren, ja) me hicieron llegar regalos a través de un chapín (guatemalteco). Yo ya estaba en El Salvador, pero tenía ganas de volver a Guate, e ir a buscar los regalos era otra excelente motivación para hacerlo.

Salí el sábado por la mañana (tipo 8.30) y ya a la 2 p.m. estaba en Guate…5 hs nomás de viaje! Lo que más demora es la frontera, que yo cruzo con gusto porque me emociona cada vez, darme cuenta de que estoy en pleno viaje…tal como había soñado hace unos meses.

En Guate me recibió Saul, uno de los más amigos que me hice allí. Durante el día dimos unas vueltas, por la noche participé de una despedida a una chica que se va a Austria a vivir, y en esa misma cena me convencí de hacer algo que no estaba segura de hacer: irme al norte del país, al departamento de “Petén” a conocer las ruinas mayas de Tikal. Es que el viaje era largo y tenía poco tiempo para ir y venir. Finalmente fui, y menos mal que fui!!!


Los siguientes 3 días fueron geniales. Me tomé un bondi muy barato a las 3 am y salí para allá. Tenían que ser 9 hs de viaje (en cualquier bus normal es más o menos eso) pero el mío, lechero si los había, tardó unas 12… la experiencia estuvo interesante igual: el transporte era muy local, así que fui la ÚNICA extranjera casi todo el tiempo. Eso para mí tiene un gusto especial.

El bondi paraba a cada rato, subiendo y bajando gente; y yo, que iba durmiendo por momentos, cada vez que me despertaba tenía una compañía distinta. Subían muchas mujeres indígenas con sus niñitos, que en general no entran todos en su propio asiento…por lo que cada 2 x3 al despertar tenía un nene guatemalteco en la falda. No me puedo quejar, hice una distancia importante por 14 dólares. Además casi todos los viajes en estos buses son así.

Finalmente llegué a Santa Elena, y crucé caminando a la isla de Flores. Es el lugar más cercano a las ruinas con instalaciones como para quedarse y pasarla bien. Me habían recomendado ir ahí y la verdad que estuvo precioso… encima pegué un hospedaje con mucha onda y MUY barato (3 dólares la noche), por lo que no podía estar mejor. Así como me instalé corrí a cazar el último bondi que iba a las pirámides, a otra hora de Flores. Sabía que si iba ese mismo día me iba a quedar poco tiempo para recorrerlas, pero me mandé igual porque no tenía algo mejor que hacer esa tarde. Llegué a la puerta a la 4pm y a las 6pm cerraba…me tenía que recorrer todo a los saltos. Cualquier persona coherente no lo hubiera hecho, sobre todo por la tormenta que se avecinaba. Pero yo ya estaba en el baile y tenía que bailar…así que cacé un mapita, me compré un ponchito de lluvia con lo poco que me quedaba (creo que 20 queztales…un afano), y empecé a caminar.

Al rato de empezar la caminata se largó un chaparrón FUERTISIMO. Las ruinas de Tikal se caracterizan por estar en medio de la jungla, por lo que los caminos para ir recorriendo también son junglosos, están llenos de animales, y no podés ver mucho a tu alrededor. En general eso tiene su encanto, pero esta vez para mí lo hacía más terrible: yo no veía a nadie, y lo gris del cielo y el agua cayendo no eran muy animadores tampoco. La poca gente que veía, estaba saliendo del parque a terminar muy pancha su recorrido…mientras yo corría para mojarme lo menos posible (el ponchito, además de ser carísimo, no sirvió para mucho) y ver el parque en tiempo récord.

La verdad que la caminata estuvo bastante fulera…iba con las peores zapatillas, toda mojada, resbalándome a pleno por los caminitos, Solari como el indio y sin ver ni una pirámide…porque están escondidas entre los árboles. En este videíto doy testimonio del momento…



En ese momento ya seguía caminando para en el futuro poder decir “yo estuve en Tikal”…iba pensando “bueno, subo la pirámide más alta, saco algunas fotos para registrar este momento, y me vuelvo”. Mientras, se me metían piedritas en el zapato, monos del camino me asustaban con sus gritos (los famosos monos “aulladores”) y yo mirando para todos lados pensando que si me pasaba algo, el primero en enterarse iba a ser el guardia que abriera el parque al día siguiente. Insisto: seguía caminando para registrar el momento desde la punta del templo más alto, y volverme.

No estaba en el mejor humor, aunque me lo tomé con mucha calma. SÉ que mucha otra gente, en mi situación, se hubiera desesperado o empezaría el regreso a las putiadas. Yo no: seguí caminando con la tranquilidad de un monje tibetano. Finalmente logré subir al templo más alto (este que sale en la foto), absolutamente empapada y teniendo que esquivar unos monos malos en mi camino hacia arriba… llegué a la punta, y cuando estoy diciendo “bueno, ahora sí, a sacar las famosas fotos”…qué pasó? Sí…me quedé sin pilas. Señoras, señores…todo lo que tengo para contar de esa escalada a las ruinas más antiguas de Guatemala y una de las más bonitas de la era Maya, quedó sólo en mi retina. Las pocas fotos que llegué a tomar son de la previa, el camino de ida. Nada muy llamativo. Se ve que el video que filmé usó la batería que me quedaba.

Los primeros 4 minutos, me los pasé pensando “pero la p…”, pero en el minuto 5 ya recordé para qué estaba viajando: conocer el mundo y conocerme a mí misma; por lo que guardé la cámara, busqué refugio en un techito de piedra, y me senté a mirar el panorama que tenía alrededor. Desde la punta del templo IV se ve toda vegetación muy frondosa, y algunos picos de construcciones antiguas que sobresalen. Impresionante la vista. Había llegado a la hora del atardecer para poder disfrutarlo allí arriba (dicen que es impagable), pero no pudo ser, así que me dediqué a maravillarme de lo que tenía rodeándome, y a agradecerle a Dios por haber llegado hasta ahí.

Pasé unos 15 minutos, sola (solíiiiiiiiiisima) allá arriba, con un tormentón rodeándome pero una paz total. No había otro sonido más que la lluvia y el canto de algunos pájaros, y no había otro paisaje más que árboles y ruinas antiguas. Muy lindo momento.

Al ratito junté todo y me volví. Me perdí un poquito porque casi no tiene señalización, pero finalmente llegué a la salida. Mucho antes de las 6…el frío que tenía y no tener reloj me hicieron apurarme. El mismo transporte que había tomado de ida me esperaba para el camino de vuelta, que hice toda mojada y pensativa. Esta foto es de la Isla de Flores...muy lindo lugar.




viernes, 5 de octubre de 2007

Sobre el ciere de Ciudad Abierta

Hola...sigo en El Salvador. Estoy teniendo días realmente muy tranquilos gracias a la hospitalidad de la familia Rodriguez. Los quiero mucho y me cuesta dejarlos.

Estoy leyendo bastante, y hoy tuve la oportunidad de leer una guía de Buenos Aires que hablaba de la hermosa riqueza cultural que la caracteriza. Particularmente, es de las cosas que más extraño: todo lo que tenemos para hacer y disfrutar en la ciudad; las miles de maneras que toma la expresión humana y argentina en la city. Tantos conciertos, restaurantes, obras de teatro, cafés literarios, artistas conocidos que ha sabido parir...etc!!

Justo cuando termino de leer eso, me cae este mail...viene al caso y por eso lo agrego. Que dirigentes con la lógica de mercado como único paradigma de gestión, no nos deje sin una de las cosas más lindas que tiene la ciudad.

Saludos!!

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El Jefe de Gobierno electo de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri, según declaraciones de fuentes de su propio partido a los medios de prensa, tiene decidido clausurar el canal de televisión porteño Ciudad Abierta. Es de esperar que los ejecutivos de gobierno de una megalópolis como la nuestra lleguen a ocupar su sitio de honor trayendo un detallado plan de gestión para áreas sensibles como la salud, la seguridad, la cultura y demás intereses comunitarios. Sin embargo, una decisión tan particularísima parece más bien un gesto de extraordinaria ampulosidad tendiente más a 'mojar la oreja' de quienes diseñaron y pusieron a transmitir dicho canal de televisión que al diseño de una política cultural a la altura de Buenos Aires.

La excusa que fundamenta semejante antelación en el anuncio es que la empresa televisiva resulta un desembolso superlativo e innecesario para las arcas citadinas. Buenos Aires es una de las ciudades del planeta con más variada, extensa y sorprendente vida, sobrevida e infravida cultural: las condiciones de producción de los artistas y quienes se dedican a las lides del entretenimiento suelen ser incomprensibles para quienes llegan o miran desde el extranjero. La preciosa Reina del Plata es dueña de la más genuina y vanguardista expresión teatral del planeta, con innumerables salas de teatro casi siempre llenas de un público siempre ávido y culto. Los ciclos de lectura de poesía y narrativa se multiplican y, también, cautivan a público y escritores por igual; las editoriales independientes no paran de presentar los libros de nuevas legiones de escritoras y escritores, las artes plásticas, las audiovisuales, la innumerable cantidad de músicos de toda calaña, en fin, si no todos, muchos de los que vivimos Buenos Aires, como hacedores o espectadores, somos dueños de uno de los tesoros inobjetables de la Argentina. En el Canal de la Ciudad, que es cierto, este año muestra una programación de emergencia respecto de la propuesta en 2006, pueden verse las maravillosas entrevistas de una intelectual argentina insoslayable como María Moreno. Entrevistas que, por otra parte, traen a la luz a los intelectuales más sólidos del país que, obviamente, suelen no aparecer en las pantallas de los otros canales de TV. Pueden verse programas que ponen de relieve las artes y los oficios menos publicitados y más secretos, marcas identitarias, y definitivamente relatos posibles y facilitadores para quienes no encuentran aún su vocación, de una ciudad con una historia cultural y social única.

El modo en que comemos, nuestros restaurantes, las comunidades inmigrantes y su aporte; los obreros resistentes que armaron las cooperativas de trabajo más asombrosas que son objeto de estudio de las ciencias sociales de todo el mundo. En fin, una oferta que sin dudas puede mejorar en fondo y forma pero que NUNCA PUEDE OBJETARSE COMO UN GASTO INNECESARIO.

La cultura y su divulgación DEBEN SER PLAN DE ESTADO de una maravillosa ciudad como Buenos Aires y es un imperativo que no se puede dejar solamente en manos de quienes eventualmente nos gobiernen. Es responsabilidad de todos los que creemos que las múltiples expresiones de nuestra forma de ser son la resistencia más acabada contra la enajenación del dinero y los intereses voraces de quienes viven y vivieron de hacer negocios con el Estado. Sin embargo, hay una responsabilidad histórica mayor: la de los intelectuales y sus instituciones que tantas veces con su silencio dejaron hacer y miraron de soslayo el derrumbe de lo mucho que alguna vez tuvimos.

NO AL CIERRE DEL CANAL CIUDAD ABIERTA.
Por favor reenvíen.