Hola a todos...
escribo desde El Salvador, después de haberme pasado unos 20 días en Honduras. Ahí hice de todo un poco, y cuando tenga un tiempito y las ganas voy a contar lo que anduve haciendo.
Quería meterme para escribir algo de Navidad. No tengo mucho tiempo para hacerlo, y confieso que me hubiera gustado poner algo de eso que inspira, hace reflexionar, etc... de esas pocas cosas que uno reenviaría por mail a otros. Pero no me hice el tiempo para redactarlo así que mando algunas pocas líneas mientras unos amigos hacen algo más con la compu.
Quería decir por qué cosas celebro y por cuales NO celebro este año. En primer lugar, celebro estar viajando, y la posibilidad de vivir el festejo navideño en otro país. Celebro haber encontrado una familia hermosa salvadoreña que me recibe no sólo a mí sino a mis amigos argentinos Juampi y María (ya contaré de ellos en otra ocasión) para estas fiestas. Celebro haber hecho muchos amigos acá en El Salvador, con los que celebrar esta noche después de las 12. Celebro poder salvar las distancias con mi familia, y con el resto de mis seres queridos, a través de internet. Celebro -y agradezco- haber recibido por ese mismo medio no muchos pero algunos saludos para estas fechas, y sentirme recordada en estas merry christmass. Celebro que aquí también celebren Navidad, y que el mismo festejo esté extendido por muchos rincones de la tierra... si eso significa que de la mano de esa celebración llegó el mensaje de Jesús. Celebro que en mi vida la Navidad tenga otro sentido, el de recordar que Jesús vino a la tierra y que en esa misma fecha se concretaba el plan de reconciliación que Dios tenía pensado para la Humanidad. Celebro que ese nacimiento haya sido en un pesebre, es decir un lugar donde criaban animales, un lugar pobre y humilde, para que podamos recordar que Jesús no se anduvo con lujos en ningún momento de su vida, nisiquiera en su sala de parto. Celebro que Jesús se identificara siempre con los más marginados, humildes o rechazados por la sociedad, y que muchos cristianos recuerden eso en estas fechas, alcanzando aunque sea regalos o un poco de comida al que no tuvo la suerte de poder haber comprado pan dulce... o un abrazo al que lo necesita.
Lo que no celebro, es que en esta Navidad Papá Noel (santa claus) se lleve todo el protagonismo. No celebro que la influencia de los países del norte se extienda hasta en estas fechas, y que su máxima y más ridícula expresión sea tener un "Santa" abrigado hasta la coronilla también en Centroamérica. No celebro que para muchos esta fecha se haya convertido sólo en recibir regalos o comprar cosas a lo loco, no sólo para regalar sino para decorar, llenar la mesa de chucherías, etc. No celebro que ese paganismo se haya metido también en las familias cristianas, que dejen de lado el cumpleaños de Jesús para solamente regalarse cosas a ellos mismos. No celebro que muchas iglesias y cristianos hagan oídos sordos a la realidad de que Jesús nació pobre y se identificó con los necesitados, y en las navidades tiren la casa por la ventana de manera extravagante, en vez de compartir el pan con los que lo necesitan. No celebro que el capitalismo se haya devorado un festejo tan puro como la Navidad, que sin darnos cuenta lo relacionemos automáticamente con Papá Noel, el verde y el rojo, la nieve, el arbolito, los regalos... cuando ninguno de esos elementos estaban presentes en la 1er Navidad de la historia. No celebro que en muchas familias, solamente se tome esta fecha para juntarse y emborracharse, y eso a veces sea motivo de discordia y terminen lamentablemente menos unidos que antes de las 12. No celebro que se haya tomado la fecha para la joda total, para hacer fiestas para juntarse a descorchar y desconchar, sin reparar un segundo en el verdadero sentido de la navidad. Obviamente, celebro celebrar... pero todo en su contexto y su justa medida.
Eso nomás! Les mando un chinchín desde la distancia.
Ah, dejo el saludo más original que me mandaron hoy:
http://www.elfyourself.com/?id=1764018964
lunes, 24 de diciembre de 2007
Celebraciones de Navidad
Etiquetas: cosas que pienso
viernes, 14 de diciembre de 2007
Esta hinchada se merece, se merece ser campeón…
Sí… fiel a mi estilo futbolero (comentado con anterioridad en el blog), asistí de nuevo a un partido de fútbol. Esta vez, un partidazo, una final por la copa UNCAF!! Saprissa (Costa Rica) vs. Motagua (Honduras).
Mi amigo Alex de Costa Rica me había invitado a ir, sabiendo que yo estaba en Tegucigalpa y que “le voy al Saprissa”. Él viajó especialmente dede San José a ver el partido y me dijo que si quería podía ir con él. Desde que me había dicho, me había ido entusiasmando con ir… pero cuando vi que finalmente esta semana la iba a pasar con el grupo misionero traduciendo, pensé que iba a estar muy ocupada como para asistir, o simplemente no me iba a dar la cara para pedir permiso para borrarme una tarde entera a ver un partido de “soccer”, por más final centroamericana que fuera. Para mi sorpresa, los mismos gringos habían escuchado del partido y tenían ganas de ir… y cuando les dije que unos amigos míos ya me habían prácticamente comprado la entrada, les causó mucha simpatía. Por motivos de agenda, ellos al final no pudieron ir pero no tuvieron ningún drama con que fuera… lo que me pidieron es que no me fuera sola, así que vino el maravilloso Roberto a acompañarme.
Salimos casi 2 hs antes del partido hacia la cancha, en un taxi…era de noche y ya arriba del coche me di cuenta que irme sola hubiera sido una locura, aún aunque me hubiera encontrado con mis amigos saprissistas en el estadio. Gracias a Dios Roberto pudo venir… y él también estaba chocho de acompañarme (de ir al partido, en realidad).
Llegamos al estadio y compramos de reventa nuestras entradas: 150 lempiras, unos 20 pesos argentinos cada uno. Nos metimos en la cancha, y nos dimos cuenta que nos habían dado para el lado del Motagua, aunque no nos preocupó porque lo que queríamos era entrar. Además, mirándolo después de haber ido, la verdad es que valió la pena ir del lado de “los azules”. Entramos como 1 hr y 20 antes de que empiece, lo cual nos dio mucho tiempo para hablar. También estuvo bueno, porque Roberto es un hombre que viajó por todos lados y tiene muchísima experiencia como pastor y misionero que fue por mucho tiempo. Fue muy interesante escuchar su historia: es salvadoreño, que dejó El Salvador a los 15 años por la guerra, vivió en EEUU por otros 15 años, y después salió para España de misionero con su esposa.
A medida que nuestra conversación iba a avanzando, el estadio también se iba llenando. Viendo desde lejos la tribuna del Saprissa me daba ganas de estar ahí con Alex y los muchachos de la Ultramorada, pero después me conformé con verlo desde el lado Motaguense porque seguramente tendré tiempo en Costa Rica de ir con la ultra.
Las entradas que compramos estuvieron super bien… era un punto intermedio entre la popular y las plateas, en precio, comodidad, y ubicación geográfica. Estábamos en algo así como los codos del estadio, pero la vista era muy buena, no solo del partido sino también de la FIESTA que tuvo el Motagua. Porque fue eso… una fiesta. Cuando la cancha se empezó a llenar, los del MOtagua empezaron a prender fuegos artificiales, sacar banderas, agitar trapos a lo loco, y cantar mucho… me hizo acordar al aguante de Chicago, con la diferencia de que esta hinchada cargaba los colores de Quilmes. Para ser fiel a la verdad, admito que aunque yo simpatizara por el Saprissa, me copó ver la barra del Motagua: muy buena barra… muuuuy alentadora.
No sólo se llenó la popular, se llenó todo el estadio! Creo que no entraba un alfiler más. Además de disfrutar de volver a estar en un ambiente de cancha (ese que extraño tanto de la academia, en compañía de buenos amigos), disfruté de los detalles de color que tenía todo por estar en territorio hondureño. Escuché cosas que en Argentina no hubieran sido posibles escuchar, y por momentos me reí para adentro de lo distinto.
Por algunas cosas me sentí bastante en casa: los cantitos, eran todos copiados de los nuestros. Las banderas, entre frases, caras del Che y algún otro nombre, también parecían las nuestras. Y además, abundaban las camisetas de Argentina. Creo que fue de la única selección que vi. Es curioso que vi más camisetas de Argentina que de Honduras. Y ni una de Brasil.
Algunas otras cositas me llamaron al atención:
Al `principio del partido, después de repartir las canchas y antes del pitazo inicial, dejaron como unos minutos para que cada uno le rezara a su Dios. Casi todo el Motagua “oraba” y uno específicamente estaba de rodillas como hablando al cielo. Fue como “un minuto de silencio” pero de oración. jaja
La gente realmente estaba muy apasionada, y el Motagua alentó todo el partido. No estoy exagerando.
Contrario a lo que esperaba, vi buen nivel de futbol.
Lo bastante malo de la noche fue tener, 3 hileras más arriba mío, a una mina que gritaba como una cacatúa acogotada. Gritaba por cualquier cosa, todo el tiempo. Por la zarta de pavadas que decía, y los grititos ridículos que pegaba, en Argentina alguien la hubiera callado al rato o la hubiera mirado mal. Aquí, en cambio, lo único que recibía era miradas de aprobación del resto. Confieso que por momentos la quise matar.
El partido terminó 1 a 0 para el Motagua, que terminó saliendo campeón porque en el partido de ida en San José, ambos equipos habían empatado. Aunque fui a alentar por el Saprissa, me dio alegría saber que la copa se quedaba en casa. No sólo porque los de la Ultra ya habían disfrutado varias veces de ese título y en cambio los azules nunca, sino también porque esa hinchada realmente merecía, merecía ser campeón.
Ah, encontré este video, que pareciera que lo grabaron justito donde estaba sentada yo... Creo que sí!!! Viendo el video descubrí que los gritos que se escuchan de mujer, son los de la chica que yo digo que gritaba como cacatúa atragantada. Que lo disfruten, Salú! (tampoco está tan bueno el video, solamente grafica el lugar y situación en la que estaba. No lo grabé yo, lo tomé de youtube)
Utila me dejó picada
Sin embargo, la afirmación de mi abuela en este caso creo que hubiera sido oportuna. Ya me estoy yendo de Utila y, si bien la pasé lindo, me quedo con una sensación medio amarga. El primer día empezó bien por la compañía que hice: conocí a Pablo, artesano y músico argentino, y a Daniel, alemán, que se conocieron en Guatemala y están viajando juntos. Nos instalamos juntos en un hostal bueno y barato y nos reimos bastante. Acá estoy con ellos: el de rulos es Pablo (antes de que alguno me pregunte por la cercanía que hay en la foto, no pasa nada), y el otro es Daniel. A él lo bauticé "Filipán" porque es hijo de papá alemán pero mamá filipina y se nota en sus rasgos,no? Digamos que no es el típico estereotipo estilo Beckenbauer que uno tiene en la cabeza.
En realidad los conocí en La Ceiba, ciudad en tierra firme de donde salen los Ferries para Utila y Roatan. Yo iba muy entusiasmada en el Ferry, y creo que ellos más, porque Daniel había conocido a un australiano que después viajar 8 años por todo el mundo, le había dicho que su lugar preferido era Utila, Honduras. Eso lo hizo planear este viaje a Centroamérica por casi 2 años, y creer que las playas iban a ser mucho mejores que las que disfrutó con el australiano en Asia. No fue así, para nada.
Después de instalarnos, nos fuimos caminando a una de las 2 únicas playas que tiene Utila que está muy cerquita de nuestro hostal. La desilusión de Dani no tenía nombre. Jajaja le pegaba a la arena con una bronca total. La verdad es que la foto puede engañar y hacer creer que está báaaarbara, pero si bien es cierto que la arena era blanca y el agua transparente, dejaba mucho que desear. En primer lugar, porque nos encontramos con sólo 6-8 mts de playa, en un espacio de no más de 60 mts de largo; en segundo lugar, porque casi no tenía arena (parecía tirada sobre pavimento, tan poquita como en un arenero) y en último lugar, porque estaba bastante poblada para su pequeño tamaño. Camino a esa playa, "Chepe´s beach" nos habían dicho que era bonita pero no nos pareció tanto. La desilusión de Dani se nos pegó a Pablo y a mí y ahí empezó a decaer nuestro ánimo.
Al otro día, queriendo darle otra chance a la isla, me fui sola a la playa que está en el otro extremo para irme a leer y disfrutar ahí. Mejoró bastante, excepto por el detallito de que tuve que pagar 3U$D. Mejoró, digo, porque era un poquito más grande, tenía baños y sillitas muy bonitas, y además pude hacer un poco de snorkel... junto con el Buceo, la actividad principal por la que gente de todo el mundo viaja hasta estas Islas. Acá estoy en la previa de la snorkeleada... menos mal que saqué la foto antes de entrar al agua porque mi desempeño fue tan malo, que sacarlas todas después hubiera salido mucho peor.
Me metí al agua super mal, en el intento por ponerme las patas de rana sin caerme perdí el tubito del snorkel, y encima lo poco que logré ver eran sólo algas feas y arena oscura. Jajaja me acordaba de que mi papá es buzo certificado y buceó en algunos lindos lugares del mundo y sentía vergüenza de estar honrándole tan poco el nombre. Esta otra foto es de "el después", que sólo mejoró un poco cuando me senté a relajarme y ahogar las penas en el sol. Estaba preocupada con que me cobraran el tubito, pero el chico que atendía se apiadó de mí y la dejó pasar.
El día siguiente Pablo y Dani vinieron conmigo a la playa (ahí nos sacamos la foto del principio), y siguieron bastante desilusionados. Uno no se podía meter mucho al agua, y además nos comieron los jejenes. Sé que la foto puede engañar un poquito, pero créanme que la playa no estuvo tan buena. Lo que sí estuvo bueno es que el 2do día, por un poquito más del precio de la entrada a la playa, me dieron una hora de Kayak y kayakié (??) un ratito. Era casi la hora del atardecer y el paisaje estaba muy bonito así que lo disfruté. Ahí es cuando digo que mi estadía empezó a repuntar porque además de hacer un poquito de actividad acuática, terminar un libro leyéndolo al sol, y estar en buena compañía, cuando salimos a la noche visitamos el bar que un argentino tiene en la isla y la pasamos genial escuchando un poco los cadillacs y conociendo más gente.
Creo que si me hubiera ido ese día, hubiera tenido los mejores recuerdos de ahí. Ah, no estoy mencionando que por estar en el Caribe, las lluvias van y vienen, las nubes también, y así como puede amanecer soleado y hermoso, a las 2 hs puede estar cayéndose el mundo abajo y sin nada que hacer.
El mal clima, que había estado amenazando o paralizándonos un par de mañanas, llegó para quedarse el 3er día y eso ya me empezó a romper la paciencia. El hostal donde paramos está genial, con vista al mar, internet gratis, hamacas lindas y a buen precio, pero ubicado a unas cuadras del centro y cada vez que queríamos ir a comprar algo o tener un poco de vida nos teníamos que embarrar hasta la coronilla porque las calles que lo conectan son puro lodo. Me manché toda la ropa enseguida.
El 3er y 4to día, medio que nos bancamos la lluvia porque con internet en el hostel y mi laptop, nos pusimos al día con amigos y hasta miramos videitos de youtube. Hoy ya no hubo mucho para hacer, y aunque yo había querido irme, por inercia me quedé y no cacé ninguno de los 2 ferries diarios que salen a tierra firme.
No quiero ser mal agradecida con la vida, la oportunidad de estar viajando y conocer estos lugares es ya todo un privilegio... pero la verdad es que como dirían los salvadoreños, me quedé medio "picada". En primer lugar, porque no fue todo lo que yo esperaba; en segundo lugar, porque al no pagar un curso de buceo no pude disfrutar de las maravillas que tienen estas islas DEBAJO de la superficie; y en tercer y MUY importante lugar, porque durante 6 días me estuvieron comiendo los mosquitos, jejenes, sandflies y cuanto bicho se les puede ocurrir. Utila me dejó picada: MUY picada.
Etiquetas: Honduras
lunes, 10 de diciembre de 2007
Una familia muy normal
Hola...
estoy en Utila, una de las Islas de la Bahía, en Honduras. Llegué a este país hace ya casi 2 semanas... pasando unos días en las ruinas de Copán, luego visitando a mi amiga Stephanie y su flamante esposo Hawk en Siguatepeque y después sirviendo en un refugio para chicos de la calle en Tegucigalpa. Fueron días muy buenos, pero el destino final eran las islas donde me encuentro ahora y estoy feliz de haber llegado. En el ferry hice amistad con un argentino y un alemán que me cuidan como a una hermana menor y con quien me río mucho. Estamos en un hostal muy bueno para los 5 dólares que sale, aunque ellos están un poco desilusionados con las playas de acá. Yo estoy genial, mi filosofía del disfrute total ve brillar el sol aún cuando amanece con llovizna, aunque a decir verdad estaría bueno que deje de gotear así ya me voy a hacer snorkel. Aquí está el 2do arrecife de coral más grande del mundo y esta Isla, junto con Roatán, son conocidas mundialmente por el buen panorama submarino que tiene.
Bueh, no entré para comentar todo eso, porque lo pondré en otra entrada... pero mientras quería compartir unas fotos que me llegaron desde Buenos Aires. Los pocos momentos que tengo de nostalgia, en general son porque extraño a mi familia. El que no los conoce mucho, pero me conoce a mí, al ver estas fotos verá que tengo de dónde salir tan loca linda.
Mi hermana me pasó esto, y sonreí de recordar los personajes que son en casa, y bajé la mirada un segundo, nostálgica, de querer compartir con ellos una tarde para reirnos muchísimo: con las giladas varias como hacemos a veces, reirnos de los chistes negros de mi mamá, los comentarios a veces ridículos de mi viejo (uno: "Mar del Plata es la mejor ciudad balnearia del mundo"), burlarnos de mi hermana porque sufre como toda adolescente cuando se le despinta el esmalte de las uñas o reirme a carcajadas con los chistes ácidos, inteligentes y siempre oportunos de mi hermano.
En casa me dicen que extrañan mi locura, pero yo creo que con la de ellos es suficiente!
Jaja
Señoras, señores... los que no conocen a mi familia, la presento:
Etiquetas: detalles de color, Personas y personajes
domingo, 9 de diciembre de 2007
Recordando a chicos olvidados… (forgotten children´s ministry)
Quiero contar de mi paso de una semana por Tegucigalpa, capital de Honduras. Prácticamente no iba a pasar por allí (las capitales centroamericanas tienden a ser más peligrosas que las ciudades o pueblos en el interior y a veces lo que hay para ver no vale la pena el peligro), pero unos días antes de salir para Honduras surgió una oportunidad de servicio que estaba muy interesante como para dejarla pasar. Unos norteamericanos de la misma iglesia que el grupo que hizo la Misión Médica a El Salvador unos meses atrás, estaba encarando esta vez hacia la capital hondureña para realizar otro viaje misionero. El pastor de Misiones, Larry Frick (en la foto), escuchó que yo estaba yendo para Honduras también y se contactó para invitarme a hacerles de nuevo de traductora y pasar tiempo con ellos.
Me encantó la invitación, no solamente por tener la oportunidad de volver a ver a Larry y conocer a más gente de su iglesia (que me había caído bárbaro), sino también porque el ministerio con el que iban a servir sonaba muy piola y además había querido destinar esa misma semana a servir en otro lado pero esa opción se había pinchado.
Los 15 americanos de la iglesia Woodland Park Baptist Church que acompañé entre el 1 y el 8 de diciembre, llegaron para ayudar al Ministerio “Forgotten Children”. www.forgottenchildrenministries.org”
Cuando Larry me contactó para invitarme visité la página y me gustó mucho. La ONG fue fundada por Stan, un misionero yanqui que viajó después del Huracán Mitch para ayudar a gente de la calle de Tegus. Empezó asistiendo a grandes y chicos homeless, hasta que decidió empezar con un trabajo más fuerte con los más chiquitos. Así fundó un Refugio para chicos de la calle, de nombre “Arca de Noe”, donde aloja a algunos niños que sus familias no pueden cuidar y depositan en sus manos. NO es el caso de “judicialización de la pobreza” (el que entiende un poquito de derechos del niño va a saber a qué me refiero), sino de casos en que los padres de los chicos - a veces por problemas migratorios de éstos o incapacidad para mantenerlos- deciden apoyarse en esta ONG para que los cuide por un tiempo. En Bs As había empezado a mirar con recelo los casos de Horfanatos y Hogares de Chicos, pero sentí que esta experiencia era sumamente distinta.
En el refugio “Arca de Noe” viven 18 chicos, todos varones, entre 6 y 12 años. Hay varios que son hermanos, y la mayoría llegó ahí en los últimos 3 años. Los gringos y yo dormíamos en el refugio con ellos, junto con otros traductores. Esa experiencia ya fue de por sí muy linda, porque comíamos con los chicos, jugábamos un rato, conversábamos mucho y disfrutábamos de verlos crecer en un ambiente realmente propicio y donde son amados y aprenden a amar sanamente. Muchos chiquitos que están ahí son verdaderos amores, han ido aprendiendo muchos valores y modales con el tiempo, y además saben ganarse el corazón de las personas y voluntarios que pasan por la organización. Personalmente me enamoré de 2 hermanos, Jorge y Daniel, y también de un piojito llamado Franklin. Acá estoy con Franklin el día que salimos. No tomé muchas fotos porque estuve más abocada a disfrutar el tiempo con ellos y también las actividades que teníamos durante el día.
Los chicos que cumplen 13 años, pasan a vivir en una granja donde reciben capacitación en oficios y otros talleres, además de formación en “habilidades para la vida” o “liveskills”. Ahí fuimos a visitarlos un par de veces, y uno de los pastores que había en el grupo les dio charlas de liderazgo. Con algunas mujeres del grupo hacíamos mientras actividades con los más chicos… acá están pintando felices.
El grupo norteamericano había ido con la intención de ayudar a Stan (misionero de su iglesia en Honduras), a alcanzar algunos barrios con el mensaje de Dios y también llevar regalos de Navidad. Eso hicimos en algunos barrios carenciados, a donde íbamos casa por casa visitando las familias y charlando con ellos.
En Buenos Aires visité varias villas y en el interior de Argentina me metí en varias casas de muy pocos recursos económicos… pero hacía mucho que no lo hacía y realmente fue una experiencia formidable. Fuimos super bien recibidos por las flias, con quienes tomamos algo, compartimos de la Biblia, o hasta charlamos de futbol. Tengo un par de historias para contar, que son muy conmovedoras. Algunas son medio pesadas, historias de violencia familiar o gente que perdió todo y que me emocionó hasta las lágrimas sentir con ellos. Esas cosas, prefiero contarlas personalmente cuando vuelva.
Sé que muchos amigos que leen esto no comparten mi fe en Dios, pero a aquellos que sí, les pido que por favor estén orando especialmente por una chica de 23 años, Beverly, con quien tuve conversaciones muy intensas. Necesita mucho de Dios y la ayuda de esta ONG, y me alegra poder decir que tuve mucho que ver en facilitar ambas cosas. Desde que dejé ese barrio donde vive, que pienso en ella. Gracias por tenerla en sus oraciones.
Lo que también rescato mucho de esta experiencia, fue haber conocido a un par de yanquis del grupo muy muy copados. Uno es Drew Jennings. Creo que es el primer cristiano yanqui blanco de una región muy conservadora de EEUU que conozco, que es muy de izquierda. Tiene pasión por la justicia y los “marginados de este mundo” y con él compartí muchas conversaciones muy copadas también. Me acuerdo con mucha gracia de una respuesta que me dio. Cuando le pregunté “cómo es que un hijo de pastor, blanco, de una zona tan conservadora de USA, salió tan zurdo?” me dijo: “ En la universidad empecé a leer de la historia de Latinoamérica, y del mundo en general… y la verdad es que si estudiás un poco de historia, te hacés de izquierda seguro”. Jajaja me dejó pensando. Acá estoy con Drew. En febrero se casa y se va a vivir a Bolivia con la esposa, para estudiar un posgrado ahí, de Desarrollo Local. El mundo necesita más yanquis como Drew.
Con el grupo tuvimos un día de descanso y “shopping”. Acá estoy con varios del equipo, paseando por Tegucigalpa.
Colgué este relato super retrasadamente… sepan disculpar las molestias ocasionadas, estoy trabajando en disfrutar. Acá hay más fotos del grupete.
Etiquetas: experiencias de servicio, Honduras
sábado, 1 de diciembre de 2007
Ruinas: la revancha (Copan, Honduras)
Llegué a Copán por la insistencia de unos salvadoreños que conocí en La Palma. Ahora que estoy acá estoy muy contenta de haber venido, porque el pueblo en sí, Copán Ruinas, me gusta mucho. Aquí pongo alguna foto. La ciudad es muy turística, sí… y los mochileros muy hippies dirían que “demasiado”; pero desde mi punto de vista está muy bien, tiene varias comodidades a precios accesibles y el hostel donde me estoy quedando está muy lindo para lo que sale (U$D 4.-).
Vine por una noche y me quedé otra, porque el pueblo tiene onda. Hay muchos cafés muy bonitos, y sobre todo hay muchísimas artesanías de Guatemala y Honduras a buen precio. Miré con ganas muchas cositas, que en Palermo Soho saldrían caro y yo portaría en Bs As con mucho orgullo por haberlas comprado aquí, pero no las compré… sencillamente porque no puedo cargarlas. Esta es otra foto de un café en una esquina.
Este pueblo está en Honduras, a 12 km de la frontera con Guatemala , y a 1km de las ruinas por el que es famoso… las Ruinas de Copán, las estructuras Mayas más antiguas descubiertas hasta la actualidad. Quisiera abrir mi corazón y comentar cuáles son mis sensaciones respecto de las ruinas actualmente: como las iglesias del siglo XVI en Europa, las primeras DOS que visitás te parecen increíbles, las mirás completitas, cada detalle… te preguntás cómo es que hicieron para que se mantengan hasta ahora, para hacer cosas tan sofisticadas sin toda la tecnología actual, etc… La 3era ya te empieza a parecer un poquito más aburrida… y a partir de la 4ta, te parecen todas lo mismo (sé que va a sonar creído… pero el que estuvo en Europa por más de 3 semanas recorriendo, creo que va a saber entenderme). A menos que tengas un celo religioso y arquitectónico exagerado, realmente llega un momento que te dan lo mismo. Si visitás alguna iglesia más, es sólo para sentirte que estuviste ahí pero no te importa que te digan que la construyó tal o cual artista ni la historia que la cúpula tiene detrás.
A mí me pasa lo mismo con las pirámides. Como de las iglesias, nunca fui una gran fanática de las ruinas arquelógicas… y lo que me está sucediendo a mí es que ya después de la 2da que visité en este viaje, perdieron su encanto. Por eso no iba a venir a Copán, pero la insistencia de la gente de la región me motivó. Lo pensé dos veces y me vine: después de todo… cuándo voy a volver a estar acá?
Ahora que ya las visité, estoy contenta de haber venido… al menos, sirvió para repuntar la sensación con la que me había quedado en Tikal. Aquellas ruinas son lindas, pero mi experiencia había sido frustrante. Acá la pasé mejor, y pude recorrerlas tranqui… por eso digo que fue la revancha. Después del video que quedó para la historia por lo patética que había sido mi situación allí, había pensado grabar otro en Copán contando que estaba más cómoda y más feliz, de hecho lo hice pero me da fiaca subirlo a YouTube.
Con las pirámides de Teotihuacán me tomé el tiempo de contar la historia… la verdad es que con éstas me da fiaca (hueva), por lo que sólo me remito a decir que son de las ruinas Mayas más antiguas, y que son conocidas por ser las que mejor conservan los detalles de los tótem y decoraciones de las escaleras. También está el conjunto de jeroglíficos más largo de toda la civilización Maya que se haya encontrado (creo que unos 2015 caracteres) pero no se han descifrado todavía.
Los folletos de acá dicen que esta zona sería comparable a “la París Maya”… pero lo estuve pensando un rato y sigo sin entender a qué se refieren con eso: Era la capital de la moda? Tenía una torre Eiffel? Se cocinaban buenas crepes? ¿?
El complejo debe tener unas 15 manzanas, y hay muchos altares y estelas (columnas decoradas) pero ninguna pirámide que sobresalga, como en Chichen Itzá o Teotihuacán. Me llamó la atención este muñecote que encontré. Realmente está bien conservado.
Otra cosa que me llamó la atención, y de hecho me dio rabia, fue que en estas gradas -el atractivo principal del Parque- falte uno de las estatuas del medio… debieran ser 6 pero son 5, porque una de ellas fue ARRANCADA por científicos de Harvard hace décadas y todavía la conservan allí. Lo que más rabia me dio, fue el orgullo con lo que los hondureños me lo contaban… una onda “nos desvalijaron las ruinas, pero fueron los de Harvard… groso”. VMEG??
Nota de la R: A veces por error, este blog lo visita gente que ni conozco, que no son familiares ni amigos míos interesados en seguir el viaje. La desprolijidad o poco interés con que cuento sobre este lugar, podría molestarle a alguien que entró a la página queriendo informarse sobre Copán o teniendo mayor celo que yo por este tipo de ruinas… a aquel lector, le ruego que tenga en cuenta que escribo para mí y mis seres queridos, y que con esta página no pretendo dar clases de antropología ni turismo. Eso requeriría un rigor que mi mentecita y ritmo de viaje no quiere tomarse. Por favor, no me escriban atacándome porque todo esto que pongo es a título personal.
Eso es todo, ahora rumbeo para Siguatepeque, un pueblito en el medio de Honduras que ningún turista visita… yo voy para visitar a Stephanie, una vieja amiga que conocí en Argentina y ahora vive allí con su esposo. Tengo ganas de verla!
Un beso a todos. No me aflojen con los mails… siempre es lindo recibir vuestros saludos.
Ah, otra cosa: Adriana, la hija de la familia Rodriguez, va de Argentina para El Salvador el 12 de diciembre. Como voy a pasar Navidad junto a ella y a sus padres, si alguuuuuno quiere mandarme alguuuún saludo, cartita, obsequio papanoelil… puede hacerlo. Solamente contacte a mi madre, que va a saber informarle cómo arreglar los detalles.
Otro beso a todos!!
Etiquetas: Honduras, lugares historicos
Dejando El Salvador, ese pequeño gran país.
En primer lugar, cosa que ya comenté, la familia Rodriguez me trató de maravillas. Me abrieron las puertas de su casa y de su corazón, me festejaron un cumpleaños muy divertido y hasta hicieron un poco de fuerza para que estirara la estadía. Cada semanita que me ausenté de la casa porque me fui a un viajecito misionero o a otro lado, me repetían que me habían extrañado y que si fuera por ellos me quedara todo lo que quisiera. Acá estoy con ellos, y con Emily. Me llevaron a pasear a varios lados, en este caso estamos en Suchitoto.
Emily fue otro motivo especial para quedarme. La conocí el 3er día de llegar a la ciudad, y enseguida nos hicimos muy amigas. Ella no había hecho muchas amistades todavía en el país, y nos pusimos de acuerdo para pasear por todos lados. Fue la primera que empezó a hinchar hasta cuándo debía quedarme en San Sívar: al menos hasta cuando ella se volviera a EEUU, el 12 de noviembre. Al principio me pareció mucho y una locura, pero el tiempo fue pasando y le agarré gustito a la idea. Emily es gringa, vino a El Salvador como pasante de La Bolsa del Samaritano, y llenó un espacio en mi vida, que había dejado Lau al irse… una amiga cristiana, divertida, con quien salir para todos lados y charlar de todo. Acá estamos en un tributo a Manu Chao que fuimos a escuchar juntas. La extrañé cuando se fue! La loca se fue tan copada con El Salvador, que va a hacer todo lo posible para volverse a trabajar o lo que sea. Es gracioso que la 1era vez que salimos, me dijo: “podría vivir en el Salvador”… Yo la miré y le contesté: “Yo ni loca!”… pero ahora yo también lo creo.
En esta foto, estoy en una “pijamada” en la casa de Liz… estas chicas son las amigas más cercanas de Taty. La pasamos bien esa vez!! Pero más ellas, que se quedaron como hasta las 5 AM despiertas… yo hice gala de mis ya viejos 25 años y me dormí a las 2 AM como una abuela jaja.
Otro grupo de amigos que hice, con los que me reí mucho, son los chicos de Christian Surfers. Un placer haberlos conocido! Ya puse fotos de ellos en otra entrada del blog. Con La Loca me fui a surfear 2 días, y con su amigo Jan Carlo me hicieron acordar mucho a mis primos; y con el Chele Lama salimos a varios lados, rescatando sobre todo el concierto de Los Wailers. Ligado a ellos conocí también a chicos de la iglesia del Auditorio, una masa…El otro día salimos a surfear y después a recorrer un pueblito y fue uno de los mejores días que pasé en estos 3 meses. En ese grupo está mi primo postizo Mancy, un diecisieteañero que me llegó al corazón! Lo quiero tanto que lo quiero de cuñado jaja.
Otro motivo importante por el que me fui quedando, fue por mi ya archicomentada inquietud de aprender surf. Como diría Ceratti, ahí vamos… todavía no domino la cuestión (para naaaada), pero lo que vale es la intención, y la intención sigue intacta jaja. Espero ir mejorando en otros países y otras costas. Y espero encontrar gente con la misma paciencia y buena onda que encontré en El Salvador para enseñarme.
Y cerrando, los que me preguntan qué tiene El Salvador que me atrajo tanto… les resumo: además de su gente, que es genial y me trató super bien; este pequeño gran país tiene la característica de tener playas, montañas, volcanes y lagos en un territorio muy pequeño. Todo está cerca.
Dicen que lo bueno viene en frasco chico… y en este caso es cierto. Le llaman “el país de la media hora”, porque en media hora llegás a casi cualquier lado bonito. Eso me encantó… en Argentina tenemos que hacer 10 hs o más para ir de la playa a una buena cadena montañosa, y otras horas para visitar un lago como la gente. El clima también es ideal, rondando los 25 grados casi todo el año, y el único riesgo grande que se corre es el de un terremoto, que por suerte no golpeó cuando yo estaba, ni en muchos años. La historia del país es dolorosa pero interesante, y el futuro también es prometedor. Tiene problemas sociales graves, como las maras, la inseguridad y los indicadores de desarrollo muy bajos por momentos… pero la sensación es que de algunas de esas cuestiones va a poder salir en un años. Con una de las ideas con las que me fui, es que si alguna vez vuelvo para quedarme (como varios me insisten… “dale quedate, que acá problemas sociales de esos que te gustan tenemos miles y hace falta más trabajo de ONGs”…), trabajaría para reducir el nivel de analfabetismo. Como en Guatemala, es de un nivel realmente ALARMANTE, y al contrario de muchos otros problemas sociales, ése es más sencillo de resolver, con un poco de buena voluntad.
Bueh, un buen resumen de por qué me quedé tanto, no? Y allí vuelvo para las fiestas… tengo muchas ganas de pasarlas con los Rodriguez y la familia extendida: abuelos, tíos y primos incluidos.
Como se despidirían los Wanakos (salvadoreños)… Salú!
Etiquetas: El Salvador
La Palma, un pueblo con la marca de Fernando Llort.
En mi camino hacia Honduras, tenía 2 opciones:
a) tomarme el bus ejecutivo, careta, de 15 U$D que le pone 7hs entre San Salvador y Tegucigalpa, o
b) hacer la opción mochilera, de tomarme los bondis del pueblo, conectando buses de a 1 U$D y viajando apretada con gente local. Con cuál me iba a quedar? Pero claaaro, la 2da.
Viendo qué ciudades conectar con los buses, vi que camino a Honduras podía pasar por La Palma, al norte de El Salvador. Me habían hablado de este lugar, y tenía muchas ganas de conocerlo. Probablemente La Palma hubiera sido otro pueblito más, sino fuera porque el reconocido pintor salvadoreño Fernando Llort se instaló allí en los años 70, enseñándole a la gente del lugar a pintar con su estilo y hacer artesanías. Es como una especie de JoanMiró pero menos abstracto (y latinoamericano, claro). Ahora el 75 % de la población vive de eso, a través de talleres o cooperativas que venden ese arte.
Algunas líneas de Fernando Llort, tomadas de www.fernando-llort.com
“En enero de 1972 Fernando Llort, pintor salvadoreño, decidió trasladarse a la Palma para buscar inspiración y oportunidad creativa para desarrollar su arte y encontró una semilla en la que podía pintar miniaturas. Esta semilla procede de un árbol llamado Copinol y además encontró la madera de pino blanco.
Llort, comenzó trabajando en su casa con su esposa Estela (originaria de La Palma) y unas diez personas nativas de el lugar. Les enseñó las técnicas y el proceso de dibujo, pintura, acabado para elaborar los productos. El taller fue bautizado con el nombre de SEMILLA DE DIOS.
La demanda de estos productos se desarrolla aceleradamente, haciendo que la producción se incrementara y diversificara en otras áreas artesanales e hizo que el pintor Fernando Llort, capacitara mas personas, haciéndolas producir en equipo.
El 27 de agosto de 1977, inspirado en principios cristianos decidió convertir su taller en una COOPERATIVA, beneficiando con ello a muchas familias.”
Dejo algunas fotos del pueblito. No pude comprar muchas cosas porque no puedo cargarlas, pero la verdad es que me hubiera llevado todo.
Ah, pido un aplauso para los talentosos como Fernando Llort, que dejan que su talento no sólo les reditúe a ellos, sino que salpican a otros haciéndoles un bien. Así rapidito, en Argentina se me ocurren Gastón Pauls (www.cculturadelacalle.org.ar...mi hermano le hizo la web) , Martín Churba (Proyecto TRAMANDO www.tramando.com), Inés Sanguinetti (www.crearvalelapena.org.ar), Julio Bocca (www.fundacionjuliobocca.org) y el Puppi Zanetti (www.fundacionpupi.org)
¿Alguna vez se pusieron a pensar qué hubiera pasado si Maradona hubiera puesto su talento, marca, nombre, recursos, fama mundial y poder de convocatoria al servicio de los demás? Me refiero a algo groso, no solamente a filmar un comercial de “un sol para los chicos”. Siempre lo pienso… es el caso más fuerte que conozco de costo de oportunidad desperdiciado (sí, ya sé… todo este último párrafo, es un cuelgue total pero quería ponerlo jajaja).
Etiquetas: El Salvador, Personas y personajes