sábado, 1 de diciembre de 2007

La Palma, un pueblo con la marca de Fernando Llort.

En mi camino hacia Honduras, tenía 2 opciones:

a) tomarme el bus ejecutivo, careta, de 15 U$D que le pone 7hs entre San Salvador y Tegucigalpa, o

b) hacer la opción mochilera, de tomarme los bondis del pueblo, conectando buses de a 1 U$D y viajando apretada con gente local. Con cuál me iba a quedar? Pero claaaro, la 2da.

Viendo qué ciudades conectar con los buses, vi que camino a Honduras podía pasar por La Palma, al norte de El Salvador. Me habían hablado de este lugar, y tenía muchas ganas de conocerlo. Probablemente La Palma hubiera sido otro pueblito más, sino fuera porque el reconocido pintor salvadoreño Fernando Llort se instaló allí en los años 70, enseñándole a la gente del lugar a pintar con su estilo y hacer artesanías. Es como una especie de JoanMiró pero menos abstracto (y latinoamericano, claro). Ahora el 75 % de la población vive de eso, a través de talleres o cooperativas que venden ese arte.

Algunas líneas de Fernando Llort, tomadas de www.fernando-llort.com

“En enero de 1972 Fernando Llort, pintor salvadoreño, decidió trasladarse a la Palma para buscar inspiración y oportunidad creativa para desarrollar su arte y encontró una semilla en la que podía pintar miniaturas. Esta semilla procede de un árbol llamado Copinol y además encontró la madera de pino blanco.

Llort, comenzó trabajando en su casa con su esposa Estela (originaria de La Palma) y unas diez personas nativas de el lugar. Les enseñó las técnicas y el proceso de dibujo, pintura, acabado para elaborar los productos. El taller fue bautizado con el nombre de SEMILLA DE DIOS.


La demanda de estos productos se desarrolla aceleradamente, haciendo que la produ
cción se incrementara y diversificara en otras áreas artesanales e hizo que el pintor Fernando Llort, capacitara mas personas, haciéndolas producir en equipo.

El 27 de agosto de 1977, inspirado en principios cristianos decidió convertir su taller en una COOPERATIVA, beneficiando con ello a muchas familias.”


A La Palma fui por un día nomás… valió la pena hacer un stop ahí. El arte de Llort impregna todo el pueblo, no solo las artesanías que se venden, sino las calles, la fachada de las casas, los locales… todo. Al ser un estilo “aniñado” de pintura, la atmósfera del pueblo es como muy tierna… y se nota que la gente es muy buena gente. Además de gustarme mucho, me sentí segura todo el tiempo, lo cual es importante para una viajera sola y algo no tan común en algunos lugares de Centro América.

Dejo algunas fotos del pueblito. No pude comprar muchas cosas porque no puedo cargarlas, pero la verdad es que me hubiera llevado todo.


Ah, pido un aplauso para los talentosos como Fernando Llort, que dejan que su talento no sólo les reditúe a ellos, sino que salpican a otros haciéndoles un bien. Así rapidito, en Argentina se me ocurren Gastón Pauls (www.cculturadelacalle.org.ar...mi hermano le hizo la web) , Martín Churba (Proyecto TRAMANDO www.tramando.com), Inés Sanguinetti (www.crearvalelapena.org.ar), Julio Bocca (www.fundacionjuliobocca.org) y el Puppi Zanetti (www.fundacionpupi.org)

¿Alguna vez se pusieron a pensar qué hubiera pasado si Maradona hubiera puesto su talento, marca, nombre, recursos, fama mundial y poder de convocatoria al servicio de los demás? Me refiero a algo groso, no solamente a filmar un comercial de “un sol para los chicos”. Siempre lo pienso… es el caso más fuerte que conozco de costo de oportunidad desperdiciado (sí, ya sé… todo este último párrafo, es un cuelgue total pero quería ponerlo jajaja).

2 comentarios:

Riverport dijo...

Hola! mirá que interesante que te haya gustado mi pueblo... me encanta tu Blog, algún día me iré de viaje como lo hiciste tu!

Saludos desde Wanakolandia!

Anónimo dijo...

jajajaja que bonito estuvo ese viaje saludos

att: laura solis escobedo