martes, 15 de enero de 2008

A no morir lentamente

Hola a todos... estoy haciendo tiempo en una terminal de San José de Costa Rica, esperando en un ratito más tomarme el bus que me lleve de nuevo a la península de Nicoya, sobre el pacífico. Ahí iré a visitar nuevamente a El Gaucho y Daiana, que están viviendo ahí por un tiempo. Están en la playa Manzanillo, de la cual ya colgué fotos hace un par de meses.


Quería aprovechar este momentito para poner algo que me retumba en la cabeza hace unos cuantos días. El 2 de enero hubiera cumplido años el Negro Ayala, un amigo mío del Pelle que murió de Lupus en 2006. Su muerte shockeó a todos mis compañeros, y a todos los que estábamos disfrutando estar cerca suyo antes de que muriera repentinamente. Además de ser una muerte joven, creo que nos impactó y dejó pensando a todos las pilas con las que el Negro se estaba tomando la vida. Él sabía que la enfermedad lo amenazaba, y por eso desde que le habían advertido del riesgo que corría había empezado a vivir todo más plenamente. También estaba mucho más reflexivo y disfrutando a lo loco. Eso me estaba impactando mucho, y creo que fue lo que más nos dejó pensando a todos los que estábamos en su velorio. Ese día, 4 de Julio del otro año, para muchos de nosotros fue importante por algo. Yo, por ejemplo, recuerdo haberme colgado hablando con Leo Kohon y decirle "creo que no puedo postergar mi sueño de viajar por Latinoamérica... lo tengo que hacer". Aunque ahí no me decidí, ahí empezó todo. Esa misma semana, una chica de mi iglesia también joven falleció repentinamente y terminó por sacudirme. Fueron semanas de pensar mucho qué quería de mi vida, cómo estaba aprovechando el tiempo, de qué cosas no me quería arrepentir nunca, y qué marca estaba dejando en las personas.

Sumado a la fecha de cumpleaños del negro, sucedió que había alguien IGUAL a él en Montezuma los otros días, por lo que el recuerdo de él me taladró más la cabeza.

El tiempo después de que él murió, como contaba, fue bastante difícil. Cada uno de mis amigos lo procesó a su manera, y a mí me tocó pensar mucho. En medio de la confusión y sensación amarga que trajo su muerte, hubo un texto que me sirvió muchísimo. No es algo de la Biblia, es algo de un poeta chileno. Me hizo recordar que hay gente que se muere sin haber vivido mucho (sí, ya sé, suena cursi pero es cierto) y que hay mucha otra que a pesar de vivir poco tiempo, llevaron una vida que es para sacarse el sombrero. '¿O acaso los 30 y pico de años de Jesús, el Che, Evita, Hendrix, Martin Luther King, etc, no les fueron suficientes para dejar una huella en la historia? Hay gente que tiene más miedo de vivir, que de morir.
Mi mamá suele pegar cosas copadas en la heladera y esa vez sí que acertó.Pegó el siguiente poema de Neruda, que aprovecho a compartir así me acompañana a esperar este bus que ya está por salir. Espero que sea útil. Hace mil lo quería pegar y hoy llegó el día. A muchos se los pasé en su momento por mail.


EL de la foto es Pablo Neruda






¿QUIÉN MUERE?

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo
y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.
Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música,
quien no encuentra gracia en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja
ayudar.

Muere
lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce
o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo
exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará
que conquistemos una espléndida felicidad.

Pablo Neruda


Un grande, no? Les mando un beso enorme. No sé cuándo vuelvo a conectarme.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

me sumo al post, y brindo por uque, y el recuerdo que nos dejó a todos lo que lo conocimos.

Unknown dijo...

Me alegra que hayas escrito, así nosotros, los que te seguimos vamos sabiendo por donde vas.
Te quiero.
Un beso,
Andrea

Anónimo dijo...

hija querida, recuerdo cuando pegue ese poema en la heladera , y me alegra que vivas cada dia cumpliendo tus sueños.
Muchos nos dijeron que estabamos locos en dejarte ir asi... para despues reconocer que en realidad era algo que muchos de ellos hubieran deseado hacer a tu edad y no se animaron. (me incluyo)
Se con seguridad que vos nunca "vas a morir lentamente"
te amo
mami

Vicky dijo...

totalmente de acuerdo con vos Magui, muy lindo tu post! Es horrible que sea así, pero la muerte también nos enseña cosas y nos hace reflexionar sobre que estamos haciendo nosotros con nuestras vidas.

Besotes enormoes

Anónimo dijo...

hola magui, llegue a tu blog por medio de mi hermana fernanda quien ha sido profesora tuya.
quiero contarte que hace dos horas que estoy leyendolo y disfrutandolo y aprendiendo.
este poema es hermoso y tan real, pero que dificil es sacarse el miedo a vivir...
ojala pueda conseguirlo.
gracias!