miércoles, 2 de enero de 2008

Reflexiones de fin de año, y de la vida en general.

Me gusta mucho cada final de año. Me gusta tomarlo como un momento para mirar para atrás, recordar lo que hice, todo lo que aprendí, lo bien que la pasé, lo mal que me hicieron algunas cosas, y también la gente que conocí y disfruté. Me gusta pensar en los logros que trajo cada mes, y las frustraciones… y cómo soy otra después de cada una de esas cosas. Me gusta poder analizar no sólo uno, sino varios aspectos de mi vida, a la luz del paso del tiempo y lo que me había propuesto el año anterior. Ahora que pienso, creo que me gustan las evaluaciones en general, porque le dan a uno un reflejo bastante fiel de la realidad (excepto las de la facu, en las cuales en gral no tenía un muy bue desempeño ja). Me gustan, además, las estrellitas que enciendo cada festejo (sí, ya sé, patética mi regresión a la edad de 6 años jaja), las copitas chocándose a las 12, y sobre todo: me ENCANTAN los abrazos de año nuevo. Me encanta desear feliz año nuevo y que Dios te bendiga, y que me abracen deseando lo mismo. Amo esos momentos. Duran segundos, pero me parecen mágicos.

Creo que a no ser por los vecinos o invitados colgados al festejo -que uno saluda por compromiso y tal vez también por la simpatía temporal que genera estar compartiendo ese momento- al resto de la gente uno le desea realmente y desde el corazón, que tengan un feliz año. Y yo disfruto mucho abrazar a cada persona, decir esas palabras mágicas, y pensar por un segundo qué cosas buenas podría traerle el año, y que cosas Dios les tiene preparado si se ponen en sus manos. A mi hermanita: terminar el secundario; a Milton, afianzar la PYME que tiene con sus amigos (diseño de páginas web, www.elbaulproducciones.com.ar), a mi mamá y mi papá todavía más momentos lindos de matrimonio, y a mis amigos en general, cada uno lo que está proponiéndose. En realidad cuanto más conoce uno a una persona, más puede imaginarse qué significará un buen año para el o ella, y qué tiene en mente alcanzar, no?

Los fines de año pueden ser además muy fructíferos. Hasta decisivos diría. Me acuerdo el año pasado… estaba en Mar del Plata con mi familia, empezando a definir si viajaba o no. Algo que compartiré en otra entrada había sido el puntapié inicial para empezar con la idea de viajar, pero una charla que tuvimos con mi family el 31 a la noche, fue fundamental.

Cada año un rato antes de las 12, en Navidad y Año Nuevo, tenemos un momento familiar muy especial. En Navidad, para recordar a Jesús y tratar de poner un poco en contexto el festejo navideño; y a fin de año, para compartir un rato lo que cada uno quiera, respecto del año anterior o el que se viene. A veces el que quiere puede compartir algo de la Biblia o lo que fuera, y me acuerdo que yo compartí sobre la parábola de los talentos. En esa historia que contó Jesús, que había leído muchas veces, encontré algo distinto. Siempre me parecía medio garca y hasta injusta la actitud del amo, que al que había logrado ganar más talentos, le daba más, y al que tenía menos, menos. Siempre lo entendí como una alegoría del capitalismo en la Biblia, que realmente hubiera querido borrar de las Escrituras, sobre todo porque se supone que el amo es una metáfora de Dios. Hasta que el año pasado entendí; que el jefe había dado distinta cantidad de recursos a cada uno, y lo que esperaba de ellos no era que hicieran fortunas…sino que tomaran la actitud correcta. Cuando el amo volvió después de un tiempo, para ver qué había hecho cada uno… al que invirtió lo que había recibido, le dio más; y al que no había hecho nada, le sacó lo poco que le había dado. No era un premio o castigo al esfuerzo y/o la pereza, sino que eran el MIEDO y VALENTIA los que estaban siendo evaluados por el amo en esa historia. Éste no esperaba 10 talentos de parte del que había recibido 1; ni 1 del que había recibido 10. Esperaba que cada uno, de acuerdo a lo que se le había otorgado, lo hubiera invertido sabiamente. Terminando el pasaje, al siervo que llegó con el mismo talento que había recibido (y no más)… le dijo que le sacaba lo poco que había recibido “porque tuviste miedo”…

Me acuerdo que después de leer esa historia, compartí con mi familia que no importa las muchas o pocas oportunidades que nos tocaran en la vida, o los recursos que habían llegado a nuestras manos, lo que teníamos que cuidarnos era de usarlos sabiamente. Compartí que me proponía para el 2007, no ser COBARDE y dejar pasar oportunidades solamente por el miedo al fracaso. Es cierto que el que tenía un talento solo, y no lo invirtió, al menos no perdió… pero es cierto también que se perdió de ganar algo más, justamente por no haber invertido, por no haber arriesgado. Eso para mí, es una forma de fracaso también.

Dicen que el que no arriesga, no gana… y muy en general es cierto. A medida que iba compartiendo eso con mi flia el 31 anterior, se iban despertando en mí cada vez más ganas de viajar… como que iba hablando y me estaba gritando a mí misma: “entonces dejate de hinchar, y viajá, soqueta!!!”.


Y ese fin de año pasado, fue clave para las cosas que puedo celebrar éste. Puedo celebrar que es cierto que arriesgué perder un muy buen trabajo, dejar desafíos lindos en la iglesia, alejarme de mis seres queridos y mis grupos de contención en Bs As, salir de mi “zona de confort”… es cierto que me expuse y me sigo exponiendo a varios peligros respecto de mi seguridad, salud, pensamientos, etc, sobre todo viajando sola… pero también es cierto que es muchísimo más lo que GANÉ, que lo que perdí. Que si no me hubiera animado, probablemente no hubiera perdido mucho… pero tampoco hubiera ganado tanto. Este 2007 fue un cúmulo enorme de experiencias. Afortunadamente, no empezaron cuando emprendí el viaje, sino cuando me propuse hacer de este año, y cada día en la ciudad, una experiencia de disfrute, servicio, alegría para mí o para los demás. No siempre te sale, obvio… pero cuando te sale es genial. Y tuve muchos buenos momentos antes de salir de Argentina, y ni hablar ahora que estoy viajando. En 2007 visité 5
países en profundidad, y visité otros 2 que ahora voy a volver a visitar. Hice no sé cuáaaaantos amigos, y tuve muchísimos momentos que merecieron una foto (llevo como 1800 sacadas). Aprendí muchas cosas, y tuve la oportunidad de enseñar otras. Recibí muy buenos consejos, y pude dar otros tantos. Lloré al despedirme de mucha gente querida, pero me alegré confirmando que cada nueva ciudad de destino trae también nuevos amigos.

En fin… haber puesto en juego las chances que tenía de hacer un viaje así, dio por resultado estar disfrutando lo que estoy disfrutando. Lo que está bueno pensar, también, es que no sólo con respecto a un viaje sino con respecto a cualquier cosa, lo importante es jugarse. Probar. Muchos me dicen que me envidian, me admiran, etc… agradezco mucho esos comentarios y siempre digo que yo también me envidiaría jaja… pero lo que quiero rescatar y que es algo que digo bastante seguido, es que lo que bastó para empezar el viaje, fue haberlo DECIDIDO. Yo sé que las situaciones personales de cada uno son distintas, y que para mí era el momento justo de hacerlo y muchas otras personas no pueden… pero sé también que lo que SÍ pueden hacer es dejarse de hinchar y dejar de postergar aquello que sueñan emprender. Eso está al alcance de la mano de todos… no importa que lo que se tenga por delante sea uno o mil “talentos” (recursos, oportunidades, proyectos, etc.).


Este año, prendo una estrellita (jiji) y levanto la copa por todo lo que ya pasó, desafío al que lea esto a también jugarse por lo que esté soñando hacer, y propongo un chinchín por todo lo que se traerá el 2008 entre manos. Lo bueno y lo malo.

Les mando un abrazo fuerte, de esos que me encantan…un feliz año nuevo y un que Dios te bendiga. Bendita internet que acorta las distancias, y bendita la distancia… que algunos vínculos, en vez de desarmarlos, los fortalece.

Y bendito sea Dios, que hace su parte cuando nosotros tenemos la actitú correcta de confiar en Él y emprender.

Ah, con respecto a dónde estoy, y con quién, les cuento que sigo en El Salvador hasta este viernes. Juampi y María, amigos argentinos, me acompañan en la casa de los Rodriguez, familia de la que ya hablé bastante. Ellos nos recibieron para Navidad y ahora Año Nuevo también. Pasamos estas fiestas con toooda la familia, y después de las 12 se acercaron mil amigos de la flia. Para el 24 contamos que más de 80 personas se habían venido a pasar la noche a la casa después de media noche. Es que los Rodriguez son super queridos por acá y ponen su enorme casa siempre a disposición de “la mara”… otra manera de decir “gente” acá.
El 4 parto a Costa Rica, para recibir a mi queridísima amiga EUGE en San José. Tenemos planeado tirarnos panza arriba en una playa por una semana, disfrutar del sol que los días nos permitan, tomar muchos mates y otros líquidos, para charlar de la vida, reírnos mucho a carcajadas y celebrar la amistad y la magia de los aviones y la capacidad de ahorro que nos permita estar juntas. Les pido que estén orando por 2 cosas:

1) Mi salida de El Salvador. Realmente me cuesta mucho irme, y a medida que pasa más el tiempo y conozco en más profundidad estas tierras y sus gentes, menos quiero partir No sé si voy a volver, ni cuándo. Y cada despedida en este viaje me cuesta mucho: probablemente sea lo que más me cuesta de todo. Me hice muchos amigos que me quiero llevar en la mochila, o para mi mesita de Luz. Me jode mucho pensar que no sé cuándo los voy a volver a ver y eso me va entristeciendo de a poquito antes de salir.

2) El tiempo que pase con Euge. Realmente queremos poder disfrutar de la playa pero por ahora todos los pronósticos que vemos anuncian lluvia. Tampoco sabemos todavía para qué playa de Costa Rica agarrar, y además tenemos muuuchas cosas por hablar. Agradeceré vuestras oraciones. Y también sus saludos, si se acuerdan de escribirme. Creo que va a ser un tiempito que vendrán bien los cariños vía mail.

Gracias y salú!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por los buenos deseos maga! (y es .com, goma!)

Sabé que acá estamos pensando y orando por vos todo el tiempo! Papá vos viste que es tu fan, así que más todavía! jeje

Comparto totalmente que más que una cuestión de decir "que ojete magui que se puede ir" (tenía que tirar ojete, sino decir "que suertuda" no era creible), es "qué bien la hizo magui que agarró todo y se fue"...

El otro día en mardel vi éste libro que por ahí te va. Yo ya con el título compro!

Te banco mag, sos un ejemplo en un montón de cosas! Feliz año! Y seguí limando! :P

Vicky dijo...

Maguita!!! yo ahora estoy en una etapa parecida a la tuya del año pasado, decidir irme también... pero bueno es más difícil, porque yo la decisión la tengo 100% tomada, pero estoy dependiendo de algunas cuestiones familiares que me permitan liberarme e irme tranquila a disfrutar y no preocuparme tanto.

te mando un abrazote y ojalá tengas un año del carajo!

Sara Bustamante dijo...

Hola!!
Acabo de descubrir tu blog y te he estado leyendo todo el día!!te cuento q estoy maravillada de todo lo q cuentas y lo q has hecho y tus palabras me llegan muchísimo!! y me dan motivación como no te imaginas... además me llega en un momento muy importante, ya q estoy con la idea de volverme viajera.. mochilera DE MOCHILA pero hasta ahora estoy empezando a recorrer mi país, COLOMBIA q es maravilloso y esto camina suave porq estoy también algo corta de dinero.. pero lo q dices de decidirse me encanta, son las palabras q necesitaba para muchos aspectos de mi vida, no sólo viajar y no sabes lo q has hecho por mí y también la forma de hablar de Dios me ayuda bastante, pues se nota q lo haces sinceramente y con una apreciación muy profunda, y es una espiritualidad q pido a gritos q me contagien.. en fin, sólo quería agradecerte porq es inspirador tu blog y me encantó encontrarlo, aunq ya han pasado añitos desde q lo hiciste, pero igual sigue siendo una locura envidiable q te pienso copiar un día de estos.. mis saludos desde Medellín..